El caso Outreau: Una pesadilla
francesa, es una serie documental recientemente estrenada en Netflix y según su
sinopsis “repasa el caso Outreau de abuso infantil, un desastre judicial y uno
de los mayores escándalos de la historia de Francia”, por lo que al verla uno
pensaría encontrar al menos la voz de las victimas como acto de justicia, pero
resulta ser todo lo contrario.
En una localidad al norte de
Francia, Myriam Badaoui y Thierry Delay, fueron denunciados por sus hijos por
incesto, violaciones y agresiones sexuales, corrupción de menores y
proxenetismo, en donde participaron vecinos y visitantes de los condominios que
habitaban, lo que a finales de los años noventa reunió la denuncia de casi dos
docenas de niñas y niños por las mismas circunstancias.
En ese contexto, hoy consideramos
que una medida afirmativa a favor de las infancias es creerles, pero en este
documental en donde Myriam Ba- daoui y sus hijos denunciaron y señalaron a
quienes participaron en los actos sexuales con los menores, pareciera que la
premisa es absolver a gran parte de los implicados, que ya fueron condonados
jurídicamente, pero ahora se aprecia que este documental tratase de limpiar su
imagen pública.
Es así como, a pesar de que
Jonathan Delay -víctima de muchos pedófilos, incluyendo sus padres- señaló a
quienes participaron en los actos e incluso denuncia haber sido llevado a
Bélgica para un acto zoofílico, el jurado prefirió creer que todo eran inventos
de un niño, que, siendo hoy adulto, continúa manteniendo su historia.
Me resulta imposible imaginar que
unos niños van a inventar los actos tan aberrantes que se discuten durante el
juicio, como si para los infantes fuera algo casual generar historias de
zoofilia, sadomasoquismo, intercambio de parejas, rituales sexuales, entre
otros tantos temas dantescos.
Lo que queda claro en El caso
Outreau: Una pesadilla francesa, es que los protagonistas son los abogados de
las personas que resultaron absueltas de estos crímenes y que ahora se suponen
víctimas del sistema legal, por culpa de unos niños con mucha imaginación
sexual (léase en tono sarcástico).
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