Libros en Frases: El viejo y el mar / Ernest Hemingway

 

Decía siempre la mar. Así es como le dicen en español cuando la quieren.

Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.

Por lo general, la gente no tiene piedad de las tortugas porque el corazón de una tortuga sigue latiendo varias horas después que ha sido muerta.

Se consideraba una virtud no hablar innecesariamente en el mar, y el viejo siempre lo había reconocido así y lo respetaba.

Nadie está jamás solo en el mar.

A Dios gracias, los peces no son tan inteligentes como los que los matamos; aunque son más nobles y más hábiles.

Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.

La suerte es una cosa que viene en muchas formas. 


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