Libros en Frases: PRIMAVERA CON UNA ESQUINA ROTA Mario Benedetti

Recolección: Francisco Félix
@fcofelixd

Siempre hay alguien que está peor, como concluía Esopo. Y hasta peorisimo, como concluyo yo.

De que le sirve a un hombre ganarlo todo si pierde su alma?

No es buena una vida sin fantasmas...

Más vale ser borracho conocido que alcohólico anónimo.

Cuando uno soporta sufrimientos propios no tiene necesidad de adjudicarse dolores ajenos.

El sobreviviente de un genocidio experimenta una rara culpa de estar vivo.

Repasar la corteza de un árbol experimentado es como acariciar la crin de un caballo que uno monta a diario.

Cuando uno tiene que estar irremediablemente fijo, es impresionante la movilidad mental que es posible adquirir.

Si bien no puedo hacer un plan quinquenal de mis pesadillas, si puedo soñar despierto y por capítulos.

Tener noticias tuyas es como abrir una ventana, pero todavía no es como abrir una puerta.

Una puerta es tantas cosas. Cuando está cerrada, y siempre lo está, es la clausura, la prohibición, el silencio, la rabia.

O sea que cuando levanto el telón soy, como habrás podido apreciar, interesantísimo, y yo mismo me aplaudo y me exijo otra, otra, otra, otra.

Locos por vocación y libre elección, que es la forma más innoble de locura.

Los odios vivifican y estimulan solo si es uno quien los gobierna; destruyen y desajustan cuando son ellos los que dominan.

Siempre éramos conscientes de que no había causas concretas para la tristeza, salvo las congénitas.

"Libertad quiere decir muchas cosas. Por ejemplo, si una no está presa, se dice que está en libertad. Pero mi papá está preso y sin embargo está en libertad, porque así se llama la cárcel donde está hace ya muchos años."

La muerte en el exilio es aparentemente la negación del regreso, y éste es quizá su lado más oscuro.

Para no incumplir promesas, lo mejor es no hacerlas.

Nunca un hombre es más seguro de lo que hace, que cuando un dolor prolongado no logra quitarle el aliento y derrotarlo.

Ya va a venir el día. Ponte el cuerpo. Vallejo

La vida sigue, por supuesto, pero no tiene un solo modo de seguir. Cada uno tiene su ruta y rumbo.

No era fea Mercedes. Ni linda. Tenía un rostro personalísimo y atrayente, imposible de confundir u olvidar.

El exilio es una grieta que diariamente se ahonda.

La primavera es como un espejo pero el mío tiene una esquina rota.

El miedo es el peor abismo y solo uno puede arrancarse del pozo agarrándose los propios pelos y tirando hacia arriba. 

El sollozo fraterno lo empapa a uno como una llovizna pertinaz de la que es imposible guarecerse.

Las tristezas son como los gallos/canta una y enseguida las otras se inspiran y solo así uno se da cuenta de que la colección es enorme e incluso que uno tiene tristezas repetidas.

Con la lluvia todo se empareja y el paraguas se convierte en el común denominador de la humanidad.

Nadie muere de extrañeza aunque sí puede morirse de extrañar.

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