Recolección: Francisco Félix
@fcofelixd
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Muy pronto en mi vida fue
demasiado tarde.
Un día, ya entrada en años, en
el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y
me dijo: La conozco desde siempre.
La historia de mi vida no
existe. Eso no existe. Nunca hay centro. Ni camino, ni línea donde se insinúa
que alguien hubo, no es cierto, no hubo nadie.
Para mí todo empezó así, por ese
rostro evidente, extenuado, esas ojeras que se anticipaban al tiempo, a los
hechos.
Puedo convertirme en lo que
quieran que sea. Y creerlo.
Bajo el sol brumoso del frío, el
sol del calor, las orillas se difuminan, el río parece juntarse con el
horizonte. El río fluye sordademente, no hace ningún ruido, la sangre en el
cuerpo. Fuera del agua no hay viento
Que la vida es inmortal mientras
se vive, mientras está con vida. Que la inmortalidad no es una cuestión de más
o menos tiempo, que no es una cuestión de inmortalidad. que es una cuestión de
otra cosa que permanece ignorada. Que es tan falso decir que carece de
principio y fin como decir que empieza y termina en la vida del alma desde el
momento en que participa del alma y de la prosecución del viento.
Mirad las arenas muertas del
desierto, el cuerpo muerto de los niños: la inmortalidad no pasa por ahí, se detiene
y los esquiva.
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Torcidos
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