Aterrados, de Demián Rugna, es un filme argentino estrenado
en el 2018, que narra los sucesos paranormales en las viviendas que ocupan
cierta cuadra de este país, en donde perecen personas de maneras extrañas y un
oficial de la policía junto con investigadores de lo paranormal deciden
indagar, desde el momento en que un niño muerto regresa a su casa caminando
desde su tumba. Los sucesos y anhelos ocurridos en esta película son similares
a lo vivido en muchos hogares latinoamericanos, como los sonidos en la noche de
las cañerías, las canicas que caen sobre el piso y el deseo para que nuestros
seres queridos vuelvan del más allá. En lo personal, me mantuvo al borde del
asiento y es considera por especialistas como lo mejor en su género y Rugna
está trabajando con Guillermo del Toro en un remake.
Veneno para las hadas, de Carlos Enrique Taboada. Un
largometraje mexicano considerado de culto, estrenado en 1986. Cuenta la
historia de Verónica, una niña huérfana con características sociópatas que se
cree bruja, pensamiento adquirido por los cuentos que le leían su abuela y su
nana. Al conocer a Flavia, una niña que se deja dominar, ambas deciden buscar
los ingredientes para hacer el mencionado veneno, ya que estos pequeños seres
son los principales enemigos de las brujas. Es increíble lo terrorífica que
puede resultar la inocencia de los niños.
¿Alguna vez han sentido un enorme peso sobre sus hombros? Yo
diría que es estrés, pero algunas creencias suponen que cargamos maldiciones y
hasta difuntos, esta es la historia de Tun, un fotógrafo que accidentalmente
atropella a un peatón y comienzan a ocurrir sucesos extraños, destacando las
figuras espectrales en sus fotografías. Este contexto les puede sonar al
videojuego “Fatal Frame”, pero se trata de Están entre nosotros, de Banjong
Pisanthanakun, filme tailandés estrenado en el 2004.
Los espectros, igual que los humanos, se han adaptado a las
nuevas tecnologías -o al menos eso parece- según videos de diversos canales de
YouTube, en donde existen filtros que vislumbran imágenes que no están ahí y
cadenas de oración o suerte que han evolucionado a lo digital, que con solo
ver, escuchar o leer, transmiten ciertos sortilegios y se propagan al igual que
las Fake News. Estos son los recursos que utiliza Kevin Ko en la película
taiwanesa El maleficio, inspirada en la historia real de una secta de aquel
país, en donde la protagonista embarazada adquiere una maldición al ver el
rostro de una deidad malévola. Tengan cuidado con ver o repetir lo que se
muestra en pantalla.
Finalmente, tenemos la película española Tin y Tina, dirigida
por Rubin Stein. La historia pareciera una alegoría del cuento de terror “La
gallina degollada” de Horacio Quiroga, en donde una pareja que pierde a sus
bebés decide adoptar dos niños sumamente católicos y es en donde la fe, así
como seguir la Biblia como ley, llevan a los infantes a cometer actos de miedo,
pero los niños no son malos según San Mateo 18:10. “Cuidado con despreciar a
uno de estos pequeños, porque en el cielo sus ángeles siempre contemplan el
rostro de Dios”.
P.D. Valdría la pena ver Alucarda, la hija de las tinieblas; del
director mexicano Juan López Moctezuma. Un filme de culto estrenado en 1978,
quizás no te dé miedo, pero te van a asustar los temas que trató hace décadas:
un romance lésbico, la falsa moral de la iglesia, y erotismo con tintes del Marqués
de Sade. Todo esto en un aquelarre en donde Satanás figura en cada instante.

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