El único mérito de la película “Sonido de libertad” es la estrategia mercadológica con que la publicitaron, inventándose que plataformas de streaming la habían rechazado por su contenido y los supuestos intereses para ocultar la verdad, además de la aparente recomendación de Mel Gibson a la cinta.
En ese contexto, podemos decir
que es el clásico filme hollywoodense en donde el gringo salva a los
desprotegidos, inspirada en Tim Ballar y su lucha contra el comercio sexual de
niñas y niños en Latinoamérica. Tras su estreno, en la vida real el héroe en
mención fue denunciado por agresiones sexuales violentas, esto por parte de
siete mujeres que trabajaban con él en su asociación en contra de la trata de
personas.
Así que en este texto les
recomendaré cinco películas con tramas similares que sí invitan a la reflexión
y no a la admiración de supuestos héroes. La primera es el filme surcoreano “En
Silencio”, que narra los sucesos reales de agresiones sexuales a niñas y niños
en la escuela para estudiantes con discapacidad auditiva Gwangju Inhwa. Su
estreno obligó al gobierno a crear la “Ley Dogani”, con la que se abolió el
estatuto de limitaciones para delitos sexuales contra menores de 13 años y se
aumentó la pena máxima a cadena perpetua.
Del mismo modo, existe el largometraje
danés “El día llegará”, que cuenta los abusos físicos, sexuales y psicológicos
que sufrieron miles de personas en su infancia dentro de los orfanatos “Godhavn
Boys Home”, por los que la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen
pidió perdón a las víctimas en nombre del Estado.
Asimismo, pueden ver el filme
“Cometas en el cielo”, basado en la novela del mismo nombre de Khaled Hosseini,
que nos muestra la realidad afgana a través de la mirada de un niño y en parte
revela la triste vida de los “bacha bazi”, niños varones comprados para bailar,
cantar y tocar instrumentos, además de entretener sexualmente a hombres
adultos.
Por otra parte, existe “Una
película Serbia”, cinta polémica que a través de imágenes crudas nos muestra
diversas aberraciones, que son grabadas a demanda y usando a los más
desfavorecidos, entre ellos niñas y niños en un negocio millonario que muchos
deciden ignorar, porque quienes deberían protegerlos son sus principales
consumidores. Su director critica abiertamente producciones como “Sonido de
libertad”.
Finalmente, mencionaré una
película belga titulada “The Treatment”, en donde un inspector de la policía
investiga casos de abuso sexual infantil, marcado por la desaparición de su
hermando durante su infancia, con la única pista de haber sido raptado por un
pedófilo y sin pruebas que logren inculparlo. No puedo escribir más sobre la
trama para no dar spoilers, pero nos demuestra que esta aberración va más allá
de la pederastia.
Es importante señalar que,
respecto al comercio sexual infantil, México ocupa el segundo lugar en
Latinoamérica y el doceavo a nivel mundial; las principales víctimas son niñas,
niños y adolescentes, pertenecientes a grupos vulnerables de nuestra sociedad y
sin bien es cierto que los pedófilos así nacieron, como bien retrata Lars Von
Trier en “Ninfomanía”, es nuestro deber como sociedad denunciar y proteger a
nuestras infancias, quienes no solo corren peligro fuera de nuestro hogar y
familia.
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