La Esquinta Rota: “El último duelo”, historia que persiste hasta nuestros días / Francisco Félix Durán
“La pena por dar falso testimonio
contra un hombre por parte de una mujer en caso de violación es desnudarla,
raparla, ponerle un collar de hierro, atarla a un poste de madera y quemarla
viva”. Bajo esta advertencia dada a las mujeres de Francia en el siglo XIV,
¿quién se atrevería a denunciar?
El planteamiento es sencillo:
tenemos a Sir Jean De Carrouges, un caballero que se ha hecho de un nombre en
las batallas, pero es poco sociable; y a Jacques Le Gris, un escudero que con
sus conocimientos en literatura y matemáticas, supo colocarse en la corte del
conde Pierre d´Alençon y ganar sus favores. Ambos eran amigos, hasta que sus
intereses cambian y solo uno de ellos se ve afectado.
El centro de la historia es
Marguerite, esposa de Carrouges, quien denunció públicamente a Le Gris de
haberla violado y llevó la demanda hasta oídos del rey Carlos VI, quien por
petición de Sir Jean autorizó el duelo, la victoria sería dada por Dios a quien
tuviera la verdad y la razón.
Es así como el filme nos muestra
a mujeres que deciden callar este tipo de actos debido al qué dirán, a la
posición económica de los abusadores, al valor menor de su palabra contra la de
un hombre, al temor de perder el juicio y enfrentar el castigo, así como el
hecho de normalizar estos infortunios.
Lamentablemente, siete siglos
después del juicio por combate más mediático de la historia, este tipo de
situaciones persisten con procesos judiciales que parecen proteger al
victimario y medios de comunicación que culpan a la víctima.
Afortunadamente, hay muchas
mujeres como Marguerite Carrouges que no se rinden y aún luchan por su derecho
a la justicia.
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