Con la creación de la figura del
“espectáculo taurino libre de violencia " aprobado por el Congreso de la
CDMX en marzo y que ya se está replicando en el resto del país, los amantes de
la tauromaquia aseguran que los diferentes tipos de shows con toros estarán
desangelados.
Las consecuencias de la reforma
nos gusten o no las corridas de toros impacta económicamente, esta actividad
cultural genera una derrama económica de 6 mil 900 millones de pesos al año,
además de miles de empleos directos e indirectos en la plaza más grande del
mundo: la Monumental Plaza de Toros México.
En ese contexto y reafirmando que
es una actividad cultural, les contaré sobre cómo llegó la tauromaquia a
nuestro país. En el libro El Espejo Enterrado, Carlos Fuentes nos cuenta que
Hércules cruzó por la Península Ibérica hacia África en búsqueda del ganado
rojo de Gerión (ser mitológico con tres cabezas, torsos y brazos, unidos por un
par de piernas).
Esta tarea era la décima de sus
doce trabajos y al asesinar al monstruo regresó a su país con el ganado,
dejando parte de este al pueblo español como agradecimiento por su hospitalidad
durante su instancia, con lo que se inició la tradición de sacrificar un toro
al año en honor del héroe griego.
Así es como Fuentes, agrega y
argumenta que Creta es el lugar donde se originan las corridas de toros,
reconociendo a Teseo como el primer matador de la historia al vencer al
Minotauro, pero a su contemporáneo Hércules le adjudica el llevar la mitología
del toro a España, símbolo de fuerza y fertilidad.
De este modo, el ritual
establecido en honor a Hércules, con el tiempo se convirtió en un ritual pagano
celebrado los domingos después de misa, llevando a cabo el mismo sacrificio en
una arena donde todos se sentían identificados por la pobreza y el mismo
sentir, con un príncipe vestido de luces enfrentando a la bestia, el único
autorizado a matar porque él mismo se expone a la muerte.
Finalmente, España que fue
conquistada por judíos, árabes, griegos y romanos nos entrega su tradición al
conquistarnos, mezclando a la vez muchas otras culturas. Lamentablemente,
aunque el toro muere con honor y es reconocido al igual que los gladiadores
romanos, su gloria y muerte es para diversión del pueblo al igual que la del
matador.
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