La Esquina Rota: Cuties, la hipersexualidad de las infancias / Francisco Félix Durán


La película Cuties, de la senegalés-francesa Maïmouna Doucouré fue estrenada en el año 2020, sufriendo un linchamiento digital a través de Change.org y redes sociales mucho antes de ser estrenada, con solicitudes para que Netflix retirara el filme de su plataforma y amenazas de muerte para su directora, debido a un poster promocional que muchos acusaron de hacer apología de la pedofilia, sin haber visto el largometraje.

El filme narra la historia de Amy, una niña musulmana de 11 años que vive con su madre y hermano de forma precaria en París, soñando con ganar una competencia de baile con un grupo de niñas llamadas Cuties, en tanto espera la llegada de su padre y su segunda esposa desde Senegal.

Durante la aventura de la protagonista, podemos percatarnos que las menores, al imitar los pasos de baile de moda e intentar ser populares en redes sociales, terminan hipersexualizándose para ganar likes y competir contra grupos de chicas mayores, sin darse cuenta de su exposición y vulnerabilidad debido a su corta edad.

En ese sentido, la edad de las protagonistas es de 11 años; menciono esto porque, cuando la película fue estrenada, Francia no contaba con una legislación que castigara el sexo con menores, fue hasta el 2021 cuando el Parlamento fijó la edad mínima de consentimiento sexual a los 15 años y en caso de incesto a los 18, con una cláusula que permite las relaciones sexuales entre un menor y una persona hasta cinco años mayor. Es importante mencionarlo para entender el contexto del filme y no asustarse con ciertas escenas.

Por otra parte, Cuties nos otorga un buen mensaje sobre la liberación de los usos y costumbres con los que muchas mujeres lidian desde que nacen -que va desde códigos de vestimenta y creencias- al libre albedrío y el poder de decisión en igualdad de oportunidades, esto con el apoyo familiar y la debida atención que merecen las niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, nos muestra la influencia negativa de permitir a las infancias el acceso a redes sociales, quienes podrían encontrarse con contenido no apto para su edad y hasta ser contactados por personas malintencionadas. Recordemos que, en Tlaxcala una de las principales formas de contacto para la trata de personas, es el chat del Xbox.

Por último y no menos importante, recordemos que el cine nos expone problemáticas y aunque muchas suelen ser aberrantes, no significa que los directores estén de acuerdo, sino que tratan de concientizar; así que, antes de volver a intentar linchar un filme, mejor pregúntense por qué niñas y niños de preescolar o primaria, cantan corridos tumbados o perrean intensamente.

¡Créanme que no lo aprendieron en la escuela!

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