Denis es un lobo civilizado que se alimenta de setas, hierbas y flores, podría
decirse que es vegano porque detesta la leche y todo producto animal.
Apasionado de la mecánica y voyerista, cierta noche descubre al Mago del Siam
tratando de quitarle un corsé a una camarera y todo lo que implicara quitar
cintas elásticas de la lencería le excitaba; pero cuando el Mago lo descubre,
lo muerde.
En ese sentido, por la mañana siente frío y descubre que es por la falta del
pelaje, ahora es un humano y al conseguir ropas que lo hacen ver un hombre
adinerado e importante, descubre la perversidad y el poco valor que tiene la
vida humana, en donde el amor es gratis, pero los cuerpos no.
Es así como entendemos que el Mago de Siam, en realidad es una metáfora de la
humanidad, porque bajo nuestra piel se esconde un lobo que no es civilizado y
con las fauces abiertas a sus pasiones.
Del mismo modo, comprendemos que Denis es víctima de su entorno al igual que
todos los seres humanos; nadie nace siendo mala persona, dependemos del
ambiente o espacio que nos rodea y por lo tanto, el Lobo-Hombre comete algunos
crímenes, debido a que como humano el mundo lo recibe con lisonjas, engaños,
promiscuidad, corrupción y muerte.
Finalmente, en este cuento que da un giro a la leyenda de la licantropía, nos
encontramos con un concepto creado por Boris Vian, la “antropolicandria”, que
es la metamorfosis de un lobo a ser humano y que afortunadamente para Denis,
solo tiene que ser hombre cada plenilunio.
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