Libros en Frases: Electra / Sófocles


No hay labrador que pueda ganarse el pan, por mucho que los dioses tenga siempre en la boca, si no se da él mismo al trabajo.

Las mujeres aman a sus maridos; no a sus hijos.

Debéis juzgar a un hombre por la noble rectitud de sus costumbres. Gentes así edifican las ciudades y los hogares.

¡Bien sabido es que los hijos nacidos de la misma madre tienen características iguales!

¡Hijo mío, ahora que estás en desgracia, no hay amigos para ti! ¡Qué raro es hallar a quien comparta con nosotros lo mismo la dicha que el infortunio!

Necio es el hombre que un hogar invade y con mujer ajena se entrelaza, si está pensando que le será fiel.

Necio es el hombre que un hogar invade y con mujer ajena se entrelaza, si está pensando que le será fiel. Si con ella más tarde se casa, ha de tener en cuenta que la misma fidelidad que le guardo al marido ha de guardarle a él.

La riqueza es bien muy pasajero: por brevísimo tiempo la tenemos. Lo que vale es una índole que dura: no la riqueza.

¡Una mujer que, al partir el esposo, ya está ataviando y acicalando su hermosura, no es mujer honesta!

Mal que se obra es como un contraste necesario para ser virtuoso.

Quien atiende al oro y la altura para casarse, es loco. ¡Nada hay tan bello como un hogar modesto que atesora una esposa leal!

De quien es pobre, nadie quiere ser amigo.

¡Cierto es: Un dios hace justicia cuando lo marca el destino!

¡Vivid felices! Poder vivir alegre y no sucumbir al golpe del destino es para los mortales ser dichoso.

  

 


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