Libros en Frases: El Extranjero / Albert Camus



Comprendí entonces que un hombre que no hubiese vivido más que un solo día podría, sin dificultad, vivir cien años en una prisión. Tendría suficientes recuerdos para no aburrirse. 

No, no había solución y nadie puede imaginar lo que las tardes son en las prisiones.

Incluso en un banquillo de acusado es interesante oír hablar de uno mismo. 

Yo escuchaba y oía que se me juzgaba inteligente. Pero no comprendía bien cómo las cualidades de un hombre ordinario podían convertirse en acusaciones aplastantes contra un culpable. 

Nos hacemos siempre una idea exagerada de lo que no conocemos. 

Mamá decía con frecuencia que uno no es nunca completamente infeliz. 

Allá, también allá, en torno a aquel asilo donde las vidas se extinguían, la noche era como una tregua melancólica. 



Recolección: Francisco Félix Durán
@fcofelixd

Comentarios