Ahora bien, como sabes, soy muy vulnerable a la belleza
femenina. Cada uno está indefenso contra algo, y yo lo estoy en ese aspecto.
Todo está escondido y no hay nada oculto.
La cultura era algo para deslumbrarla, pero no algo con lo
que vivir.
Cuando estás ilusionado, es de gran ayuda no pensar
demasiado y abandonarte al goce de la ilusión.
Ahora bien, a ninguna mujer le gusta de veras que le tiren
del pelo. Es cierto que a algunas las pone cachondas, pero eso no significa que
les guste. Y no les gusta porque no hay manera de evadir el acto de dominio que
tiene lugar.
La rareza erótica es lo único que denota la mayoría de la
gente, y lo denotan como repugnancia, como farsa repugnante.
No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no
importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo.
El sexo es lo que desordena nuestras vidas normalmente
ordenadas.
Lo único que entiendes acerca de los viejos cuando no eres
viejo es que su época los ha marcado.
Uno es inmortal mientras vive.
Yo era el gato que contempla al pez de colores. Solo que el
pez de colores era el que tenía dientes.
El matrimonio cura los celos. Por eso lo eligen tantos
hombres. Porque no están seguros de esa otra persona, le hacen firmar el
contrato: No haré, etcétera.
La pornografía en su forma clásica es un estimulante durante
cinco o diez minutos antes de que resulte más bien cómica.
La pornografía corriente es el esteticismo de los celos.
Elimina el tormento.
La mamada en la biblioteca es la auténtica esencia del
asunto, la transgresión santificada, la misa negra del campus.
Es la vieja historia norteamericana: salvar a los jóvenes
del sexo. Sin embargo, siempre es demasiado tarde. Demasiado tarde porque los
jóvenes ya han nacido.
El sexo no es sólo fricción y diversión superficial. El sexo
es también venganza contra la muerte.
La mayor parte de las personas llevan consigo a la cama lo
peor de sus biografías.
Los padres juegan un papel legendario en las mentes de sus
hijos.
La única obsesión que todo el mundo desea: “amor”. ¿La gente
cree que al enamorarse se completa? ¿La unión platónica de las almas? Yo no lo
creo así. Creo que estás completo antes de empezar. Y el amor te fractura.
Estás completo, y luego estás partido.
Incluso entre los perros, y en forma canina, existen las
alocadas distorsiones del anhelo, de la idolatría, de la posesión, incluso del
amor.
Quiénes son la nuevas personas cuando llegas a conocerlas?
Son las mismas de antes pero con máscara. No hay en ellas nada nuevo, en
absoluto. No son más que gente.
El matrimonio es un estimulante seguro de las emociones del
subterfugio libertino.
El lado absurdo de uno nunca deja de impresionar.
Siempre que no te invada la nostalgia, vivir en soledad
puede ser un placer intenso.
Puede que la edad no haga lo mismo que el cáncer, pero hace
bastante.
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